lunes, 7 de octubre de 2019

Profesionalízate: crea tu porfolio.



¡Bienvenidos de nuevo al blog! ¿Qué tal estáis? ¡Espero que con fuerzas para afrontar este lunes!

En esta segunda entrada, me gustaría hablar de un tema de bastante importancia para cualquier creativo que quiera profesionalizarse y monetizar su trabajo: se trata de la creación de nuestro portolio. Con ello, pretendo daros pautas y consejos para hacer que vuestro porfolio funcione y os empiecen a llegar encargos.

Como ya sabéis, trataré el tema desde el punto de vista de la ilustración, si bien en principio los consejos que os quiero dar se pueden aplicar a cualquier trabajo creativo, ya sea el diseño, la animación, la fotografía, el mundo del maquillaje, etc..

¿Estáis listos? ¡Empezamos!

¿Qué es un porfolio?
Un porfolio es una carta de presentación, una muestra de nuestro trabajo como ilustradores, un compendio de aquello que mejor sabemos hacer. Normalmente, para hacer un porfolio físico, bastará con que metamos en una carpeta o en fundas de celofán algunas láminas que representen nuestro recorrido. Si se trata de un porfolio digital, pues haremos lo mismo, pero con un archivo PDF, una presentación en Power Point o en Google Slides, etc.. Se trata, pues, de unificar tu trabajo en la herramienta que más te convenga.

¿Para qué sirve el porfolio?
El porfolio sirve para conseguir trabajo y para darte a conocer. Es así de simple. Sirve para presentar tu candidatura ante cualquier editorial, agencia o cliente privado, y así demostrar lo que sabes hacer y cómo.

¿Cuántas imágenes ha de tener un porfolio?
En principio, depende de a quién quieras presentarlo. Sin embargo, dada mi experiencia, te recomiendo que no hagas un porfolio de más de 20 imágenes (incluso 20 ya me parecen demasiadas). Diría que entre 15 y 20 es el número ideal, pues te da margen para incluir trabajos de distinta índole: series de dos o tres ilustraciones, dibujos en blanco y negro, o en color, dibujos en técnica tradicional y digital, etc.. Ten en cuenta que, probablemente, el editor o director creativo que vaya a analizar tu porfolio no va a pasar más de un minuto examinándolo, ya que no va a ser el primer porfolio que vaya a ver en el día y, seguramente, tenga mucho trabajo por hacer. De ahí que el porfolio haya de ser conciso y, a ser posible, variado, para que nuestro editor no se aburra.

Soy ilustrador y tengo varios estilos: ¿puedo incluirlos todos en un solo porfolio?
De nuevo, la respuesta es depende. Si lo que quieres es trabajar haciendo álbumes ilustrados y libros infantiles y juveniles, lo idóneo sería incluir imágenes de corte infantil y adolescente, y dejar aquellos trabajos de estilo más adulto de un lado: imagínate que, además de dibujar para niños, te dedicas a hacer cuadros abstractos. Para colaborar con una editorial infantil no es necesario que muestres esta segunda clase de obras; sin embargo, si quieres trabajar en publicidad, o haciendo viñetas políticas, o ilustrar haikus y demás poemas simbólicos, quizá sí te interese mostrar esa otra parte de tu mundo creativo, y dejar los dibujos infantiles para otros menesteres. Como cuando redactas una carta de presentación para una empresa, lo más interesante sería crear dos o tres porfolios en función del trabajo al que te quieras presentar.

¿Puedo incluir en mi porfolio proyectos personales, o sólo puedo incluir proyectos profesionales?
Tal y como he definido antes, tu porfolio es un compendio de tus mejores trabajos. Por lo tanto, puedes incluir proyectos de cualquier naturaleza: lo más importante en este caso es la calidad de los mismos. Todos hemos empezado por el principio, con un porfolio de proyectos personales, a los que hemos ido incluyendo proyectos profesionales a medida que han ido apareciendo. En mi caso, he de decir que sólo tengo proyectos de índole personal en mi porfolio: el motivo principal es que siento que mi trabajo es mucho mejor cuando no me rijo por las pautas de un encargo, sino que me dejo llevar por mis propias ideas. Esto no quiere decir que no sea capaz de llevar a cabo un encargo externo con calidad y profesionalidad: más bien, me gusta la libertad creativa que me ofrece mi porfolio.

¿Puedo incluir diferentes técnicas en un porfolio?
¡Claro! No sólo puedes, sino que debes. En tu porfolio debes incluir aquellos trabajos con los que te sientas cómodo, pues se trata principalmente de demostrar qué es lo que sabes hacer. Así pues, si dominas diferentes técnicas tradicionales y digitales, te recomiendo que incluyas varios ejemplos de cada una en tu porfolio. Puede que al editor, por ejemplo, no le interesen tus trabajos digitales, pero sí le parezcan interesantes tus acuarelas o tus dibujos a grafito, porque su editorial publica sobre todo libros con técnicas tradicionales. En definitiva, cuanto más variado seas, más probabilidades tendrás de llamar la atención.

Ya he definido lo que, desde mi punto de vista, es un porfolio y lo que ha de tener. Como ya os comenté en la primera entrada, tened en cuenta que todo lo que escriba aquí se basa en mi propia experiencia. Los caminos de la ilustración son inescrutables, y cada dibujante tiene su propia manera de actuar. Para mí, lo más importante es compartir con vosotros lo que sé, y ayudaros en todo lo que pueda.

De manera adicional, me gustaría acabar esta entrada resumiendo las pautas descritas arriba, además de daros un par de tips más. Así pues, para hacer que tu porfolio funcione...

- Incluye sólo trabajos de calidad y con los que te sientas cómodo.
- No incluyas más de 20 imágenes.
- Procura que tu porfolio sea rico en técnicas. Además, si lo que quieres es trabajar en editoriales de corte infantil, incluye series que cuenten una pequeña historia con uno o varios mismos personajes. De este modo, la editorial verá que eres capaz de crear un personaje y estilo y mantenerlo durante varias secuencias.
- Haz que tu porfolio sea coherente. Mantén siempre un estilo parecido, no crees contrastes. 
- Si vas a crear un porfolio físico, no lo encuadernes. El motivo es que el porfolio va evolucionando y, de vez en cuando, tendrás que cambiar las ilustraciones antiguas por algunas más nuevas y mejores, para ir así perfeccionando la presentación.
- Tómate tu tiempo. No te obsesiones con hacer un porfolio perfecto, ni dibujes bajo presión. Simplemente, aplica tus conocimientos y crea en función de lo que quieras conseguir, sin prisa, pero sin pausa.
- Mantén la mente abierta. Muchas veces oirás comentarios sobre tu trabajo que no te gustarán. Aprende a segregarlos y a quedarte con aquello que te ayude a mejorar: no te tomes las críticas como una ofensa, ni sientas que no valoran tu trabajo. Ilustrar es un aprendizaje continuo, y de todas las experiencias y comentarios negativos se puede sacar una enseñanza de provecho.
- Nunca digas que eres novato. El principal motivo es que, si te presentas como novato, tu cliente potencial entenderá que eres inseguro, o que no eres lo suficientemente profesional como para pagarte un honorario digno. Tu trabajo vale tanto como el de cualquier otro colega: no lo devalúes, pues de hacerlo, estarás devaluando al resto de colegas y a todo el gremio.

Dicho esto, doy por terminada la entrada. Espero que os sirva y que os animéis a crear vuestro porfolio. En caso de que tengáis preguntas, no dudéis en dejármelas en la sección de comentarios. Además, como compartir es vivir, os invito a que compartáis este blog con aquellas personas a las que les pueda interesar, ¡me haría mucha ilusión! :-)

Os envío un abrazo,

Eva Rodríguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario